En esta primera entrega hemos seleccionado cinco grandes bailaoras de flamenco. Nos basamos en conceptos históricos, por ser referentes en un palo concreto, por su apuesta vanguardista o simplemente por coincidencia generalizada de la crítica y público.
No somos muy amigos de listados, clasificaciones o rankings. Porque el arte flamenco es, como el arte en general, un concepto bastante abstracto. ¿En qué te basas para puntuar a unos de una manera y a otros de otra? Pero en este artículo vamos a saltarnos esta propia regla no escrita para hacer una breve lista –cuyo orden no tiene ningún carácter clasificatorio– de maestras del baile. ¡Al lío!
Hemos seleccionado cinco en este primer artículo de la serie para el blog –amenazamos con publicar más– por diferentes motivos. Bien por conceptos históricos, por ser referentes en un palo concreto, por mostrar algo vanguardista o simplemente por coincidencia generalizada de la crítica y público.
Carmen Amaya
Empezamos por Carmen Amaya Amaya. Nacida en Barcelona en 1918. Poco se sabe sobre su nacimiento, pero desde pequeña le apodaron La Capitana. En 1929, con solo once años actúa con un gran éxito en el Teatro Palace, de París, y fue solicitada para filmar algunas escenas de la película La Bodega, de Benito Perojo. En ese mismo año ya era habitual del prestigioso tablao madrileño Villa Rosa.
Crítica y público la consideran una de las mejores bailaoras de todos los tiempos. Paseó su arte por innumerables tablaos a nivel internacional. Tuvo una carrera de éxito en Argentina, Brasil, México, Cuba, Uruguay y Estados Unidos. Apareció en numerosas películas y fue portada de un buen puñado de revistas. Falleció muy joven, a los 45 años, de una enfermedad renal.
Matilde Coral
Damos el salto a la sevillana Matilde Corrales González, más conocida como Matilde Coral. Alumna de Pastora Imperio y Adelita Domingo, tiene un currículum intachable. Su carrera ha estado íntimamente ligada a la formación y tiene en su haber numerosos premios y galardones. La Llave de Oro del baile ha sido solo dada en una ocasión en la historia del flamenco y fue a parar a manos de Matilde Coral en 1972.
Fue primera bailaora del Tablao El Duende, de Madrid, propiedad de la propia Pastora Imperio y Gitanillo de Triana. Y ha formado parte de las afamadas películas de Carlos Saura Sevillanas y Flamenco. Una absoluta referente y precursora de la escuela sevillana del baile flamenco.
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La Lupi
Viajamos a Málaga para conocer a Susana Lupiáñez Pinto, conocida popularmente como La Lupi. Esta bailaora de origen gitano y nacida en Málaga en 1971 está considerada por muchos como la reina de las seguiriyas, palo que dominaba con enorme maestría.
Con solo doce años brillaba en los escenarios y ha tenido una carrera exitosa principalmente en Madrid, donde ha trabajado muchos años con la Compañía de Danza y Flamenco Contemporáneo de Juan Maya Marote y Ángeles Arranz. El propio Rafael Amargo, uno de los bailaores más reconocidos, le dedicó el espectáculo Princesas del Flamenco en el Teatro Calderón de Madrid. También ha girado con artistas como Diana Navarro y Miguel Poveda.
Pastora Imperio
Nos ponemos de pie para escribir sobre Pastora Rojas Monge, o lo que es lo mismo, Pastora Imperio. Bailaora gitana nacida en Sevilla, unos dicen que en 1885 y otros que en 1889 y fallecida en Madrid en 1979. Comenzó su carrera artística en 1900, cuando era llamada Pastora Monge.
Hay pocas grabaciones del arte de Pastora Imperio en Internet y nos tenemos que conformar con los escritos de aquellos que la vieron en plena acción. El garrotín y las soleares fueron los principales palos artísticos que defendió sobre los escenarios. Primera figura de El amor brujo, de Manuel de Falla, y musa del pintor Romero de Torres, y de los hermanos Álvarez Quintero. Participó en numerosas películas y es, por méritos propios, una de las principales bailaoras de todos los tiempos. «Esta Pastora vale un imperio», citó el crítico Jacinto Benavente sobre la artista.
Sara Baras
Cerramos el artículo con la más contemporánea, Sara Pereyra Baras, bailaora y coreógrafa gaditana nacida en 1971. Pocos amantes del flamenco desconocen el nombre de Sara Baras. Con 8 añitos comenzó a aprender en la escuela de su madre Concha Baras y a los 14 años entró en la compañía de Manuel Morao.
A partir de los 90 su fama a nivel internacional crece exponencialmente. En 1992 actúa en la Bienal de Danza de Lyon, en el Palacio de Congresos de París, en la Expo 92 de Sevilla y en el teatro Town Hall de Nueva York. Y en 1998 crea su propia compañía, con la que ha creado más de una quincena de espectáculos. En 2004 recibió la Medalla de Oro de Andalucía y en 2020 la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.
Termina esta primera parte y ya pensamos en la segunda. Nos hemos dejado muchos nombres fuera, como Eva Yerbabuena, Manuela Carrasco, María Pagés, La Argentinita, La Macarrona o Carmen Dauset Moreno, Carmencita, considerada la primera bailaora de flamenco de la historia. ¡Continuará!
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Imagen superior: La Lupi en el Festival de Jerez 2020 – Foto de Javier Fergo
