Cosas que necesitas saber sobre la guitarra flamenca

Publicado el 19 septiembre 2022

La guitarra flamenca es el acompañamiento por excelencia del baile y el cante en el arte jondo. Aunque no siempre fue así. Su uso se popularizó a mediados del siglo XIX con el auge de los cafés cantantes, donde el flamenco explotó. Con el paso del tiempo se confirmó como una pata fundamental de este género artístico gracias al empuje de maestros como Paco de Lucía o Manolo Sanlúcar. No te vayas, sigue leyendo, que te vamos a contar muchas cositas sobre la guitarra flamenca.

El origen de la guitarra

Empecemos con un poco de su origen. La guitarra como instrumento proviene de la cítara griega, la crotta romana y la vihuela medieval. Así al menos lo indican los estudiosos. Durante la dominación árabe de la península ibérica se introdujo un tipo de laúd de largo mástil, que convivió con la vihuela. Usados ambos instrumentos por juglares y trovadores para contar sus historias y leyendas.

A finales del siglo XVI, Vicente Espinel (1550-1624) añade una quinta cuerda a estos instrumentos bautizando al nuevo como guitarra española. En el siglo XVIII el padre Basilio, que fue profesor de la reina María Luisa, esposa de Carlos IV, le añade el bordón quedando así completada con seis cuerdas, como se la conoce actualmente.

Como hemos comentado con anterioridad, su uso en el flamenco comenzó a darse con los cafés cantantes. Por aquel entonces, el mítico bailaor Vicente Escudero hablaba de una enemistad entre la guitarra clásica y la flamenca. Mientras que los clásicos acusaban a los flamencos de ignorar la música y no seguir reglas, estos tildaban a los clásicos de intelectuales excesivamente refinados y faltos de nervio.

«En el siglo XVIII el padre Basilio, que fue profesor de la reina María Luisa, esposa de Carlos IV, le añade el bordón quedando así completada con seis cuerdas, como se la conoce actualmente»

Para terminar este hueco en la historia, no podemos dejar de mencionar a Ramón Montoya Salazar (1879-1949). Este madrileño está considerado como uno de los mejores guitarristas de todos los tiempos, elevando el instrumento al lugar que se merece y creando una escuela de la que bebieron otros artistas como Niño Ricardo o Sabicas, por citar algunos ejemplos, hasta Paco de Lucía, con el que la historia de la guitarra adquiere una mayor dimensión.

Guitarra clásica o guitarra flamenca

¿Son entonces diferentes las guitarras clásicas y las flamencas? Indudablemente sí. Una de las principales diferencias reside en la madera utilizada para su fabricación. Tradicionalmente, las flamencas usan abeto alemán o ciprés español para los aros, fondo y tapa.

Otra de sus diferencias clave son sus barras internas armónicas, el tamaño de sus aros, la acción de sus cuerdas y el denominado trasteo clásico. Por ejemplo, las barras internas, también conocidas como varetaje, se distribuyen de forma distinta para dar una sonoridad diferente a la guitarra flamenca.

Los aros en una flamenca suelen ser más estrechos que en una clásica. La distancia entra tapa y fondo es menor. Esto hace que sean menos pesadas, con menos volumen, pero también son más percusivas. La acción de las cuerdas en una guitarra flamenca también es mucho más baja y es casi indispensable que exista un poco de cerdeo en las cuerdas dando un sonido metálico. Esto se consigue con una altura muy baja de las cuerdas con respecto al diapasón.

Finalmente, en las guitarras clásicas el sonido es bastante limpio, mientras que en las flamencas existe un trasteo clásico, ya que la cuerda tiende a rozar suavemente otros trastes. Curioso, ¿verdad?

Otra cosa interesante es saber que existen guitarras flamencas blancas y guitarras flamencas negras. La diferencia reside en el tipo de madera que se usa. Las blancas son de madera de ciprés –de aroma inconfundible– y tienen un sonido más añejo. Las negras tienen el fondo y los aros en maderas más densas, como el palosanto. Esto hace que su sonido sea más cálido y menos percusivo.

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El sonido de una guitarra flamenca

Cerramos este artículo hablando del sonido de una guitarra flamenca. Como hemos citado, es menos nítido y claro que en una guitarra clásica. ¿Por qué? Esto se debe a que los bordones –cuerdas cuarta, quinta y sexta– cerdean –sin exagerar–, por lo que el sonido queda algo roto. Para entendernos, se suele comparar al quejío que escuchamos en un cantaor o cantaora. Por último, las cuerdas primera, segunda y tercera sí han de mostrar un sonido limpio y sin cerdeos. Es importante destacar que hay que evitar un exceso de cerdeo ejerciendo con demasiada potencia las cuerdas.

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