Tipología, características e historia del cante flamenco

Publicado el 22 mayo 2023

 

El cante es posiblemente una de las esencias más puras del arte jondo. El flamenco es cante –por supuesto, sabemos que también baile y toque–, o al menos su origen está vinculado a este. En este breve artículo vamos a intentar profundizar un poco en los tipos de cante que existen, sus características y un poco de historia.

 

Precisamente vamos a arrancar con esto último, su historia. O más bien el origen. El nacimiento del cante, al igual que el del propio flamenco, no está claro. Ni los propios estudiosos del tema se ponen de acuerdo, aunque sí hay cierto consenso en que se aprecian características similares a la de los cantos monocordes islámicos y que también podría proceder de la música que hacían los judíos durante su estancia en la Península Ibérica. Es decir, que la mezcla de varias culturas ha hecho que surja el cante flamenco. Las canciones de los cristianos mozárabes también pudo haber influido y la cultura gitana ha sido clave para su evolución.

 

Del ambiente privado a los cafés cantantes

En sus inicios, y esto sí parece estar bastante claro, el cante flamenco era de ámbito puramente privado en las clases más populares. Un acompañamiento en fiestas y reuniones familiares. Fue la llegada de los conocidos como cafés cantantes la que hizo que el cante se profesionalizara y transportara al flamenco a su época dorada.

Al igual que la sociedad, los estilos y formas del cante flamenco han ido evolucionando. Aquellos más primitivos, que no contaban con apenas reglas, han ido cambiando y ahora el ramillete de cantes es extenso, con características más marcadas y algunos incluso fruto de la fusión de dos o más palos.

Las letras del cante flamenco en su mayoría versan sobre temas de amor, vida y muerte. Esto fue fruto de la expresión popular por las persecuciones que sufrieron gitanos, judíos y musulmanes en España tras la reconquista. En sus orígenes no había muchos elementos literarios y en una misma canción podían tocarse distintos temas. Por otro lado, en cuanto a la técnica, se usan mucho tanto los vibratos –variación de la altura o frecuencia del sonido– como las melismas –cambiar la altura musical de una sílaba al ser cantada–.

 

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Clasificación del cante flamenco

Pasemos a clasificar los cantes. Hay tantos y tan diferentes que es complicado fijar una única clasificación de los mismos. No obstante, la mayoría de artistas lo hacen por el nivel o el tipo de sentimiento que expresan los cantes. Así, tenemos dos tipologías bien diferenciadas.

  • Cantes derivados. Temas ligeros, con menos expresión de sentimiento. Alegres. Temáticas vinculadas al amor y la felicidad. Algunos ejemplos de esta variedad son las propias alegrías, el tango o las bulerías.
  • Cantes grandes o primitivos. Justo lo contrario, sus letras expresan un sentimiento profundo y las temáticas se relacionan con la angustia o la muerte. Cante jondo, grave y sobrio. La soleá, las tonás o las seguiriyas forman parte de esta tipología.

Además hay quienes también usan la actitud del cantaor o cantaora para clasificar el cante. Así tendríamos cante palante, cuando el cantaor o cantaora protagoniza la actuación y como mucho sale al escenario acompañado de toque. O cante patrás, cuando el cante es secundario y el baile es la estrella.

 

Tipología del cante flamenco

Vamos ahora con su tipología. Los cantes flamencos básicos suelen considerarse como los de mayor pureza. Son cuatro y todos pertenecen al cante grande. Estos son la seguiriya, la soleá, la toná y el tango. De estos suelen derivar otros cantes por influencia de su estructura o temática. Por ejemplo, las livianas y serranas están emparentadas con la seguiriya, los polos, bulerías, cañas, alboreá y romances con la soleá, las alegrías, romeras, mirabrás, caracoles y cantiñas también son planos influidos por soleá y la saeta se emparenta con la toná.

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